Delfín mular- Bottlenose dolphin

 Tursiops truncatus

T.truncatus fichaweb
Ilustración realizada por Chloé Yzoard

Descripción.

Debido a su presencia en acuarios por todo el mundo y su aparición en algunas series de televisión, es el prototipo de delfín bien conocido por el publico en general. Perteneciente a la familia Delphinidae, es un animal de cuerpo robusto y de mayor tamaño que las demás especies de delfines oceánicos. Las características definitorias de la especie son: aleta dorsal falcada, medianamente alta y situada sobre la región media del cuerpo, y el pliegue que delimita el pico y la frente. De color grisáceo, no existen delimitaciones claras entre la zona dorsal del cuerpo (más oscura) y la ventral (más clara); existiendo asimismo una gran variabilidad interindividual en los patrones de coloración (Leatherwood et al. 1983, Wells & Scout 1999). Su accesibilidad desde costa y su presencia habitual en delfinarios, ha hecho de esta especie la más estudiada de todos los cetáceos.

Las talla de los adultos varia entre los 2 hasta alrededor de 3.8 metros dependiendo de la zona geográfica, lo que parece estar relacionado con la temperatura del agua (Crockcroft & Ross 1990, Mead & Potter 1990, Wells & Scott 1990). Las variaciones en tamaño, coloración y características craneales hace de esta especie una de las más polimorficas que existen, existiendo evidencias de que podrían tratarse de más de una especie (Hersh & Duffield 1990, Le Duc et al. 1999, Mead & Potter 1995, Rice 1998). Recientemente, estudios sobre genética molecular (Le Duc et al. 1999), comparaciones osteológicas (Wang et al. 2000), análisis morfológicos (Hale et al. 2000) y acústicos (Wahlberg et al., 2011) han llevado a considerar esta especie distinta de su pariente indopacífico (Tursiops aduncus).

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El estatus taxonómico de la especie se hace más confuso si cabe debido a los casos probados de hibridación con otras especies de Odontocetos. Se tiene conocimiento de individuos híbridos resultantes del cruce de delfines mulares con: Delfín gris (Grampus griseus) (Shimura et al. 1996, Silvestre & Tasaka 1985), delfín común (Delphinus delphis) (Duffield 1998), falsa orca (Pseudorca crassidens) (Dohl et al. 1974) y calderón de aleta corta (Globicephala macrorhynchus) (Duffield 1998).

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Distribución y hábitat.

Es una especie ampliamente distribuida en áreas templado-cálidas de todos los mares y océanos (distribución circumglobal). El delfín mular presenta dos formas o ecotipos: la forma oceánica, que habita aguas profundas alejadas de la costa, cuyos límites de  distribución no están bien definidos; y la forma nerítica, que vive en zonas cercanas a la costa y cuya distribución no es homogénea, sino que se halla fragmentada en subpoblaciones más o menos sedentarias, que habitan las áreas más favorables para la especie (Walter 1981, Ross 1977, 1984).

Dada la versatilidad de sus tácticas de caza y presas consumidas, ocupan una gran variedad de hábitats diferentes, que van desde los estuarios y cursos bajos de los ríos (Caldwell & Caldwell 1972), hasta las vastas aguas oceánicas alejadas de costa.

La presencia de delfín mular en Canarias es conocida desde tiempo inmemorial. Llamado “tonina” por los pescadores locales, la proximidad a la costa de sus poblaciones ha llevado a esta especie de delfín a entrar en contacto directo con la gente de mar del archipiélago. Las relaciones entre los delfines y los pescadores locales no han sido siempre cordiales. La gran plasticidad que posee esta especie en sus hábitos alimenticios los ha llevado a aprovechar los mismos recursos tróficos que los pescadores artesanales, lo que ha dado lugar a conflictos.

El primer estudio científico que confirma la presencia habitual de esta especie en Canarias data del año 1991 (Escorza et al., 1991, 1992). Estudios posteriores llegados a cabo de forma estacional (1995-2000) confirman la residencia de esta especie en el área de Canarias, particularmente en el SW de Tenerife (Politi et al. 1996, Ritter 1996, Carrillo & Martín 2000).

Debido a una mala interpretación de algunos estudios sobre genética de poblaciones (Hildebrand, 2002) se creía que el delfín mular en Canarias era una especie que formaba agregaciones insulares más o menos aisladas entre si. Sin embargo, en la reciente publicación de Tobeña et al. (2014) se puede comprobar que existe movimiento regular de individuos entre las islas del Archipiélago Canario, lo que tiene importantes consecuencias a la hora de delimitar zonas de protección para esta especie.

Historia natural.

Análisis dentarios (Hohn et al. 1989) han demostrado que las hembras de delfín mular pueden llegar a vivir más de 50 años, mientras que los machos tienen una vida media de 40-45 (Wells & Scott 1999). El ciclo reproductor de las hembras es muy prolongado (Cockcroft et al. 1989), habiéndose dado casos de partos con éxito en la naturaleza en hembras de más de 45 años de edad.

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Las hembras suelen parir en verano, lo que parece guardar una relación directa con la mayor temperatura del agua, aunque se ha especulado que las densidades en depredadores también pueden influenciar la estacionalidad en el periodo de cría (Mann et al. 1999). Las crías nacen después de un periodo de gestación que dura aproximadamente un año (Mc Bride & Krizler 1951, Tavoltga & Essapian 1957, Caldwell & Caldwell 1972a, Saayman & Tayler 1977, Ross 1984, Cockcroft & Ross 1990), midiendo entre 84-140 cm (Perrin & Reilly, 1984, Kasuya et al. 1986), dependiendo de la zona geográfica. Durante el primer año de vida, las crías dependen casi exclusivamente de la leche aportada por la madre (Kasuya & Marsh, 1984, Cockcroft & Ross 1990, Peddemors et al. 1992), prolongándose la lactancia hasta los tres años de edad, aunque se han observado crías de más de 7 años de edad con madres lactantes en Sarasota (Cockcroft & Ross, 1990).

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Las crías permanecen con sus madres por periodos de 3-6 años (Wells 1993). La separación tiende a ocurrir cuando la madre da a luz a su siguiente cría, lo que da como resultado un periodo entre crías de alrededor de 3 años (Cockcroft & Ross 1990a). 

Dieta y técnicas de caza.

 Se alimentan de una gran variedad de presas: una amplia variedad de especies de peces, algunas especies de cefalópodos (calamares y pulpos), ocasionalmente crustáceos (Gunter 1951) así como pequeñas rayas y tiburones (Mead & Potter 1990). Aunque parece tener preferencia por peces de las familias: Sciaaenidae (corvinas), Escombridae (atunes y bonitos) y mugilidae.

Las presas pueden ser capturadas en solitario, como es el caso de lenguados y afines, a los cuales localizan y desentierran de la arena; o formando asociaciones con otros individuos, como es el caso de peces pelágicos de pequeño tamaño, como las sardinas o los arenques. Los cardúmenes de estos peces pelágicos son acorralados por varios individuos, mientras unos pocos miembros se lanzan a por ellos para alimentarse (Morozov 1970, Leatherwood 1975, Hamilton & Nishimoto 1977, Bel`kovich et al. 1991).

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Estructura social.

Los delfines mulares se encuentran normalmente en grupos de 2-15 individuos, aunque se han producido avistamientos ocasionales de más de 1000 individuos. Las poblaciones mejor estudiadas de esta especie en la naturaleza son la de Saratosa bay (Florida), Shark bay (Oeste Australiano) y Moray Firth (Escocia). Esta especie forma grupos de fusión-fisión, en los cuales los individuos forman asociaciones temporales, cambiando con frecuencia de miembros en intervalos de días u horas (Würsig & Würsig 1977, Wells et al. 1987, Wells et al. 1987, Smolker et al. 1992). Bandas específicas dentro de estos grupos, normalmente del mismo sexo, sugieren que los grupos de fusión-fisión son muy similares a los del chimpancé y el mono araña (Connor et al. 1992, Smolker et al. 1992). Aunque pudieran existir variaciones entre las distintas poblaciones o con otras poblaciones aún por estudiar. Así por ejemplo, los fuertes vínculos encontrados entre coaliciones de machos en Saratosa y Shark bay, no parecen estar presentes en la población de Moray Firth (Wells et al. 1987, Smolker et al. 1992, Wilson et al. 1993).

Estas diferencias en los grupos sociales, incluso dentro de la misma población, pueden estar relacionadas con el riesgo de predación o la disponibilidad y uso de recursos.

Una pequeña proporción de los delfines de Shark bay cazan valiéndose de esponjas marinas, representando la primera prueba del uso de instrumentos por un cetáceo en la naturaleza (Smolker et al. 1997).

Artículo de prensa sobre el uso de herramientas en cetáceos

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De los resultados de estos estudios, se puede concluir que los grupos de delfín mular son muy dinámicos en cuanto a su composición, siendo los factores determinantes de estas asociaciones: la edad, el sexo, el estado reproductor, las relaciones familiares y las afiliaciones pasadas. Los subgrupos estables o que aparecen juntos por periodos más largos de tiempo (años), forman unidades sociales independientes e incluyen: grupos guardería, grupos de juveniles (ambos sexos) y formando pares o tríos de machos adultos.

Comportamiento acústico.

El repertorio acústico de esta especie incluye una amplia variedad de sonidos diferentes, entre los que se puede destacar: silbidos (“whistles”), chasquidos de ecolocalización (“click series”) y ráfagas de pulsos (“Burst-pulses”), que les sirven tanto tanto para la comunicación, como para la navegación y detección de presas (Richardson, 1995).

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Espectrograma, oscilograma y espectro de potencia de tres tipos de vocalizaciones de delfín mular.

 

Los delfines usan una gran variedad de silbidos, siendo destacable los denominados “silbidos firma” (signature whistle), descubiertos en delfines que se encontraban en condiciones de aislamiento en cautividad (Caldwell & Caldwell 1965, Janik & Slater 1998). Estos silbidos son señales estereotipadas individuales, que se desarrollan durante los primeros meses de vida de los delfines y que suelen permanecer estables durante largos periodos de tiempo. Se producen en diferentes contextos sociales y parecen funcionar como señales de reconocimiento individual (Tyack 1986, Sayigh et al. 1999, Hill & Sayigh 1999).

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Los chasquidos de ecolocalización son sonidos pulsados de corta duración que se utilizan para la navegación, reconocimiento del entorno y caza; aunque otras posibles funciones no pueden ser descartadas (Au 1993).

Otros sonidos pulsados (“Burst-pulses”) tienden a ser producidos durante interacciones sociales. Por ejemplo, los machos de delfines mulares en coalición producen trenes de clicks de baja frecuencia denominados “pops” (Connor & Smolker 1996), que provocan respuestas de acercamiento por parte de hembras “secuestradas”. Si las hembras no responden a la advertencia, los machos responden  agresivamente.

Otros comportamientos.

La fecundación entre machos y hembras de delfines mulares suele ocurrir en posición ventral-ventral, con el macho nadando debajo de la hembra o pegado a ella, mientras introduce el pene en el pliegue urogenital de ésta (Tavolga & Essapian 1957, dos Santos & Lacerda 1987). En Shark bay, los machos también “montan” a las hembras o a otros machos deslizando la zona ventral por un lado del otro individuo. Este comportamiento socio-sexual no conceptivo, puede servir para mediar entre relaciones sociales, sirviendo para resolver conflictos entre individuos o apaciguar a un dominante, como se ha demostrado en otros animales como el Bonobo (Pan panistus) (Wrangham 1993) o delfín acróbata o de hocico largo (Stenella longirostris) (Wells 1984), aunque otras explicaciones son también posibles.

Otro comportamiento comúnmente asociado al contexto socio-sexual es el denominado contacto rostro-genital (“goosing”), en el que un individuo frota su rostro en el área urogenital de otro. Estas interacciones pueden estar precedidas de “inspección genital” previa, donde los animales pueden examinar utilizando la ecolocalización el área, pudiendo extraer información sobre el estado reproductor de otro individuo (Mann et al. 2000).

Diferentes posturas, movimientos y sonidos son usados normalmente para expresar conductas agresivas, formando un continuo que va desde la amenaza hasta el ataque. Un comportamiento típico durante estas interacciones es el denominado “jaw clap” que consiste en un abrir y cerrar súbito de las mandíbulas, junto con movimientos laterales de la cabeza “head jerk”, que  provocan sonidos de alta intensidad (Overstrom 1983).

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Otros despliegues, que no tienen por qué realizarse dentro del contexto agresivo incluyen comportamientos que son fácilmente detectables desde superficie como pueden ser: golpes con la cola, cabeza o saltos. Estos despliegues parecen reflejar estados de excitación por parte de los individuos, pero no pueden ser claramente atribuidos a un contexto o función determinado.

En las poblaciones de Moray Firth y en la costa de Virginia (U.S.A) se han detectado casos probados de infanticido (Patterson et al. 1998, Dunn et al. 1999). Esta respuesta agresiva por parte de los machos adultos a crías o neonatos de su misma especie, parece llevarse a cabo para provocar que las hembras se vuelvan receptivas (Hardy 1979, Breden & Hausfaster 1990, Pusey & Packer 1994, Connor et al. 1996). El infanticidio llevado a cabo por hembras puede deberse a la limitación de recursos (Wolf 1997).

Los casos de comportamientos agresivos de esta especie frente a otras especies de mamíferos marinos son bien conocidas por la comunidad científica, siendo destacable que alrededor del 60% de las marsopas comunes (Phocoena phocoena) que se encuentran muertas en la costa Noreste escocesa, muestran signos claros de ataque por parte de delfines mulares (Ross & Wilson 1996).

Depredadores.

Los tiburones son probablemente los más importantes depredadores de delfines mulares, aunque también las orcas pueden alimentarse de ellos ocasionalmente. Aunque existe una tolerancia mutua en encuentros entre especies de tiburones y delfines, que son avistados juntos en muchas ocasiones sin cambios aparentes en el comportamiento de ninguno de ellos; las cicatrices de mordeduras por parte de los escualos, en la mayoría de las ocasiones encontradas en las regiones posterior y ventral de los delfines, evidencian la hostilidad de muchos de estos encuentros.  Las principales especies de tiburones que depredan sobre delfines mulares son: El tiburón toro (Carcharhinus leucas), el tiburón tigre (Galeocerdo cuvier), el tiburón blanco (Carcharodon carcharias) y el jaquetón lobo o tiburón arenero (Carcharhinus obscurus)   (Woods et al. 1970, Corkeron et al. 1987, Connor et al. 1999).

Links de interés y curiosidades:

Base de datos de fotoidentificación de la ULL 

Interacción de delfines mulares y moteados (Bahamas)

Vídeo de un buzo ayudando a un delfín mular con un azuelo

Vídeo de un delfín mular enredado en aparejo en Tenerife

Delfines creando y jugando con anillos de burbujas