Mesoplodon densirostris
Ilustración realizada por Chloé Yzoard
Descripción
Al igual que otras especies pertenecientes a la familia Ziphiidae, el zifio de Blainville posee un cuerpo hidrodinámico, robusto y lateralmente comprimido, sin apenas diferenciación entre cabeza, tórax y abdomen. En la zona cefálica presentan un rostro prominente, así como dos surcos que convergen en la garganta y que están relacionados con su método de alimentación por succión (Heyning 1989).
El macho adulto presenta una mandíbula inferior fuertemente arqueada, que sobresale por encima del rostro y donde se pueden observar dos únicos dientes planos, de gran tamaño. Los dientes se encuentran normalmente colonizados por cirrípedos plumosos (Gén. Conchoderma) y se consideran un carácter sexual secundario (McLeod 2005). Las hembras tienen la maxila inferior menos arqueada y, como en la mayoría de las demás especies de zifios, los dientes no sobresalen de las encías (Heyning 1989, Mead 1989). La longitud media de los adultos oscila entre los 4 y 5 m, con un peso aproximado de una tonelada (MacLeod 2006). De color pardo-grisáceo, es común la presencia de “parches” amarillos en la región cefálica y en el dorso debido al asentamiento de diatomeas epizoicas.
Distribución y hábitat
Frecuenta aguas templado-cálidas a tropicales, predominantemente alrededor de la costa atlántica de EEUU. En el Atlántico noroeste existen registros en Escocia, Francia, Madeira y Portugal, existiendo algunos casos en el Mediterráneo (Jefferson et al.2008).
Canarias es un área privilegiada para la observación de esta especie, donde constituye entre un 3 y un 5% de los avistamientos que se realizan. Se tiene constancia de la presencia de esta especie en la isla de Tenerife desde el año 1983, por el varamiento de una hembra (Vonk & Martín, 1988). Durante los transectos realizados por la ONG “Canarias conservación” se registraron 60 avistamientos en esta isla, con un pico de aparición estacional entre agosto-octubre (Carrillo & Tejedor, 2004). En la isla de La Palma el primer caso referenciado data del año 1997, por el varamiento de una hembra gestante en Breña alta (López Jurado & Carrillo, 1998). En 2004 se descubre que la especie presenta un patrón de residencia en las aguas de El Hierro (Aparicio et al., 2005) y se estima la población mediante técnicas de fotoidentificación en 64 individuos (Aparicio, 2008). En Canarias existe una de las mayores bases de datos de fotografías de zifios del mundo, con miles de fotos tomadas en más de 2000 avistamientos de zifios recogidos por la Universidad de La Laguna durante estudios continuos desde 2003 hasta la actualidad. Las tasas de detección medias en El Hierro son de 1,5 avistamientos/h (Arranz, 2012), por lo que se considera esta isla como un lugar privilegiado para su estudio.
Dieta y técnicas de caza
Se alimentan de diversos organismos en un amplio rango de profundidades (300-1300 m), principalmente en los niveles medios e inferiores de la capa de reflexión profunda, cerca del fondo y siguiendo el talud (Arranz, 2012). Intercalan buceos profundos de alimentación con buceos someros, de unos 71 m de profundidad y unos 9 minutos de duración (Aguilar Soto 2006, Tyack et al. 2006). Se cree que estas series de buceos someros podrían tener una función de recuperación de la deuda de oxigeno acumulada en las inmersiones profundas (Arranz, 2012).
Comportamiento acústico
Los zifios de Blainville producen chasquidos (“clicks”) y zumbidos (“Buzzes”) de forma análoga a como lo hacen otras especies de cetáceos odontocetos, aunque sólo vocalizan entre los 500 y los 1000m de profundidad. También se han registrado otros sonidos tipo silbidos y series rápidas de pulsos (“Rasps”) que parecen usarse para comunicarse (Aguilar et al., 2012).
Comportamiento de buceo
Durante las inmersiones, que representan alrededor del 90% de los periodos normales de actividad, estos animales se muestran acústicamente activos durante un 18-25% del tiempo, lo que se cree que es una estrategia para evitar ser detectados por orcas (Aguilar et al., 2012) . Los períodos en superficie son sumamente cortos (media de 2 min), siendo visibles para la detección sólo un 8% del tiempo (Aguilar Soto, 2006).
Amenazas
En 2002 aparecieron varadas en las playas de Fuerteventura 14 cetáceos de tres especies diferentes (3 de ellos zifios de Blainville) tras el desarrollo de maniobras navales de la OTAN.
Las necropsias realizadas revelaron que los cetáceos habían sufrido daños similares al que sufren muchos submarinistas al no realizar la descompresión, lo que provoca que se introduzcan burbujas en el riesgo sanguíneo y se produzca una embolia (Jepson et al., 2003).
Links de interés y curiosidades: